Porque existe quienes son adictos a las relaciones, personas que dejan cada día su dignidad y amor propio, tratando de conservar algo que ya se perdió, el apego afectivo es tóxico y destructivo.
Las personas que son esclavas del apego afectivo, se caracterizan por una clara inmadurez emocional donde el amor se convierte, de pronto, en algo monótono.
Los adictos a las relaciones amorosas jamás podrán crear algún tipo de vinculo que sea saludables o feliz, porque en su dinámica solo crean rehenes. Estas parejas viven un día a día en un cuadrilátero donde sacrifican sus valores y principios morales, hasta su paz mental.
Esto suele suceder en cualquier tipo de adicción, no es sencillo acabar con un hábito que se origina por la necesidad de ser parte de alguien, de estar pegados a una persona para sentirnos completos, nutridos y realizados.
Cuando nuestro cerebro se acostumbra a esa dinámica, a esas situaciones de mal de amor, resulta muy difícil despegarnos de una rutina.
¿Cómo son las personas adictas a las relaciones?
Los individuos que tienen un apego emocional son como cualquier otra persona, como tu o como yo, tienen trabajos, talentos, virtudes, defectos. La adicción a al amor no discrimina ni edad ni genero, todos podemos pasar por esto, quizás seas adicto al amor y no te das cuenta.
Se pueden identificar hasta ahora a dos tipos de adictos emocionales:
El primer tipo son quienes siempre necesitan a una pareja, así se puede resumir su principio «uno no se enamora de quien quiere, sino de quien puede lo que importa es tener a alguien a quien amar»
El segundo tipo, cuando este adicto encuentra una relación no se desvincula de esta, aunque lastime su dignidad o le afecte emocionalmente.
Ambos tipos se asemejan porque comparten características como: miedo a la soledad y no tienen clara su identidad, falta de autoestima, buscan afecto de manera constante y la validación del otro y presentan una ansiedad extrema cuando sienten que algo les esta faltando.
Todos los que sufren de apego emocional, tienen los mismo síntomas que una persona adicta a estupefacientes. El cerebro necesita una dosis de apego obsesivo, ese nutriente que nos brinda el otro aunque su «amor» sea adulterado y tóxico.
De este modo y muy poco a poco, terminamos por ser incapaces de regular nuestra conducta, hasta el punto de llegar a situaciones extremas como trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios hasta intentos de suicidio.
¿Qué pueden hacer las personas adictas a las relaciones para terminar con esa dinámica?
Es muy difícil dejar de fumar si aun tenemos un cigarrillo en la mano. De igual forma se nos dificultara dejar una relación adictiva cuando continuamos alimentándonos de unas mismas ideas de una nicotina afectiva que destruye el amor propio.
Hay quienes se quejan siempre por enamorarse de las personas equivocadas, una peor que otra. Es como si su cerebro estuviese programados para caer siempre en la misma dinámica.
¿Será que ha estas personas les cuesta aprender de sus malas experiencias?
Probablemente no entienden la repercusivo de su amor/dependencia, por se vulnerables, con baja autoestima, con una necesidad de apego poco saludables porque necesitan trabajar en una serie de aspectos claves.
Cómo afrontar mi adicción afectiva
- Es necesario reconocer la propia adicción en las relaciones afectivas y sus consecuencias. Seamos honestos con nosotros mismos e identifiquemos que algo no va bien.
- Debemos entender que las relaciones tienen sus bases en el respeto y sobretodo el autorrespeto. Sin esto no merecemos amar o ser amados, lo que no se respeta se descuida y se vuelve añicos.
- El apego, la necesidad obsesiva por tener a alguien a nuestro lado a cualquier precio y en cualquier situación por dañina que sea, nos corrompe como personas, nos degrada, destruye todo nuestro potencial.
- Si necesito reconocimiento, validación o defenderme de la soledad a toda costa, no tengo por qué buscar rehenes para que satisfagan esos deseos. Esas dimensiones deben ser cubiertas en primer lugar por mí.
Si padeces de apego afectivo y estas intentando superarlo, inicia con esta interrogante ¿prefiero el mar de amores o la salud afectiva? dependerá de tu respuesta el camino que deberás tomar.